lunes, 2 de septiembre de 2013

jamás...

Como lo dije anteriormente, las palabras jamás van a poder expresar aquel dolor que sentía, no quiere decir que hoy no lo sienta; simplemente, me he acostumbrado a vivir con él, ya es parte de mí... 
Aún lo recuerdo, su mirada, su sonrisa, su voz, sus caricias, su forma de ser, pero sobre todo su presencia... 

Puede ser que haya omitido muchas cosas, no por falta de memoria, sino porque son parte de mí, son eso que me reservo como un tesoro doloroso. Son detalles que sólo quien me conoce bien los sabe y los han tomado como parte de su versión de ésta historia.

Cuento mis amig@s con los dedos de una mano y tal vez me sobran pero, jamás olvido que hubo personas que no sólo estuvieron en esos días tan duros, son seres que han estado desde antes y hasta después de todo! y que a pesar de no verlos siguen estando ahí... Eso...eso jamás tendré con que pagarlo, ni con mi vida lo haría.

Recuerdo a una mujer que a pesar de tener una vida difícil, de no siempre tener ella la fuerza para seguir, ese día me dijo que pasara lo que pasara no me iba a dejar sola y aún con problemas de salud estuvo ahí, a mi lado...llorando la pena de haber perdido a un amigo y apoyándome, haciéndome fuerte cuando yo no podía serlo, muchas veces me escuchó...tal vez fue lo mejor que pudo hacer y que pocos sabían, me ha acompañado y justo cuando he estado a punto de caer me ha dicho que lo haga que ella estará para ayudarme a levantarme...¿cómo pagarte tanto?

Hubo un hombre también.... con quien he compartido tantas y tantas historias de todos colores y en éste caso hoy compartimos la más dolorosa, tanto que eso nos ha hecho parecer uno, a pesar de la distancia que hoy físicamente nos separa. Es curioso, aquellas noches en que la desesperación entraba con mayor fuerza, él sin motivo aparente llamaba a mi celular, tal vez nos encontrábamos llorando, nos queríamos morir o deseábamos salir corriendo en busca de un alivio para nuestra alma..pero siempre al mismo tiempo.

Y así...como ellos, a lo largo de éste tiempo se han ido acumulando personas que día a día aligeran mi carga, nutren mi alma y le hacen cosquillas a mi pesar. 


5 de marzo.

No hay marcha atrás...es en serio? De verdad estoy viviendo esto? No es un sueño?...
No aguanto el dolor en mi pecho, es algo extraño, muy muy extraño, un vacío, no, no, no es cierto! Tu no puedes estar muerto! El que enterramos ayer no eras tú, no!

...Ven por mí, ya no puedo! En verdad no puedo, no quiero estar aquí, ven por mí !!!




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